Reseña histórica
La madera natural fue el primer material de construcción del que dispuso el hombre. Además de usarla como combustible y como arma defensiva, la cabaña con estructura de madera y cubierta de ramas, le proporcionó una defensa contra la intemperie. Desde el siglo XX a.C. hasta el siglo XIV d.C, fue uno de los materiales favoritos para la construcción de templos, palacios y casas. Más tarde, con el descubrimiento de nuevas técnicas y materiales para la construcción (hormigón armado, acero, vidrio...) se disminuyó en gran medida el uso de la madera natural.
En cuanto a la fabricación de las primeras maderas artificiales, se produjo ya entrados en el siglo XX. Gracias a la aparición de nuevos métodos de corte de chapas en el siglo XIX y de nuevas colas y adhesivos a comienzos del siglo XX, fue posible fabricar los primeros tableros contrachapados tal y como los conocemos en la actualidad. Más tarde llegaron los tableros de aglomerado y más tarde las fibras.
Diferencia entre madera natural y madera artificial
Las maderas naturales son aquellas que se obtienen directamente de los troncos de los árboles. En el mercado podemos encontrar comercializadoras en forma de vigas, láminas, tableros y listones. Las maderas artificiales, a diferencia de las naturales, se obtienen en fábricas a partir de restos de madera natural (cortezas, virutas, ramas...) y se comercializan en láminas o planchas en distintos grosores.
Tipos de madera natural y de madera artificial
Las maderas naturales se dividen en maderas duras y en maderas blandas.
- Maderas duras: Las maderas duras proceden de árboles de hoja caduca (roble, nogal, cerezo, encina, olivo, haya, castaño, olmo, caoba...) que crecen lentamente, por lo que son más caras y tienen mayor grueso de tronco. Una característica dentro de este grupo de maderas es la gran variedad de colores que existen. También se caracterizan por tener muy poca resina. Se trata de maderas difíciles de trabajar porque tienen mucha resistencia.
- Maderas blandas: Al contrario que las maderas duras, este tipo de maderas proceden de hoja perenne (pino, abeto, álamo, aliso, abedul, tilo...) que crecen rápidamente. Se caracterizan por tener colores claros y los anillos más marcados. Por último, y a diferencia de las maderas naturales duras, este tipo de maderas suelen ser más ligeras y fáciles de trabajar.
En cuento a las maderas artificiales se dividen en tres grupos: tableros de aglomerado, tablero de contrachapado y tablero de fibras.
- Tablero de aglomerado: Para su fabricación se mezclan virutas de madera con cola y posteriormente se prensan. Se caracteriza por ser una madera barata y fácil de trabajar. Presenta una superficie muy lisa, es estable y consistente pero se rompe con relativa facilidad. Para mejorar su resistencia y apariencia se suelen chapar con láminas de madera natural o de plástico (melamina).
- Tablero contrachapado: Para su elaboración se utilizan finas láminas de madera natural pegadas con las fibras transversales una sobre la otra con resinas sintéticas mediante fuerte presión y calor. Existe una gran variedad de tableros contrachapados elaborados en distintas maderas (calabó, chopo, abedul...). También existe la posibilidad de que estos mismos tableros sean recubiertos con una lámina de chapa natural (maderas nobles) o prefabricada (imitación a madera). Este tipo de madera presenta una resistencia uniforme, es flexible, poco deformable y fácil de trabajar. Por otro lado, este tipo de contrachapado está recomendado solo para uso en interiores ya que se trata de un material sensible a los cambios de temperatura y humedad, lo que provoca que pueda curvarse y cambiar de grosor.
- Tablero de fibras: Se construyen a partir de maderas que han sido reducidas a sus elementos fibrosos básicos y posteriormente reconstruidas para conseguir un material estable y homogéneo. Se fabrican tableros de diferente densidad, en función de la presión aplicada y del aglutinante empleado en su fabricación. Dentro de los tableros de fibras, podemos distinguir dos grupos en función de cual sea el aglutinante que mantiene unidas las fibras: MDF ó DM y HPL ó compacto fenólico. Los tableros de fibra de alta densidad media, también conocidos como MDF ó DM, son aquellos que tienen ambas caras lisas y que se fabrican mediante un proceso en seco. Las fibras se encolan gracias a un adhesivo de resina sintética.
La densidad de MDF está entorno a los 700 Kg/m3, lo cual lo hace muy fácil de trabajar con herramientas habituales. Lo que más se aprecia de este tipo de tablero son sus caras tan lisas que hacen de él un material idóneo para pintar o lacar. Por último, según el aglutinante que se utilice en la fabricación de estos tableros se puede obtener propiedades que mejoran su comportamiento frente a la humedad y el fuego.
En cuanto a los tableros de alta densidad o compactos fenólicos para unir sus fibras se impregnan resinas fenólicas termoendurecibles y aceites que permiten conseguir un producto fuerte, impermeable y resistente a la abrasión. La densidad delos compactos fenólicos es de unos 1400Kg/m3, se trata de tableros tan duros que para su manipulación, se precisa de herramientas muy especiales.
- Tablero contrachapado: Para su elaboración se utilizan finas láminas de madera natural pegadas con las fibras transversales una sobre la otra con resinas sintéticas mediante fuerte presión y calor. Existe una gran variedad de tableros contrachapados elaborados en distintas maderas (calabó, chopo, abedul...). También existe la posibilidad de que estos mismos tableros sean recubiertos con una lámina de chapa natural (maderas nobles) o prefabricada (imitación a madera). Este tipo de madera presenta una resistencia uniforme, es flexible, poco deformable y fácil de trabajar. Por otro lado, este tipo de contrachapado está recomendado solo para uso en interiores ya que se trata de un material sensible a los cambios de temperatura y humedad, lo que provoca que pueda curvarse y cambiar de grosor.
- Tablero de fibras: Se construyen a partir de maderas que han sido reducidas a sus elementos fibrosos básicos y posteriormente reconstruidas para conseguir un material estable y homogéneo. Se fabrican tableros de diferente densidad, en función de la presión aplicada y del aglutinante empleado en su fabricación. Dentro de los tableros de fibras, podemos distinguir dos grupos en función de cual sea el aglutinante que mantiene unidas las fibras: MDF ó DM y HPL ó compacto fenólico. Los tableros de fibra de alta densidad media, también conocidos como MDF ó DM, son aquellos que tienen ambas caras lisas y que se fabrican mediante un proceso en seco. Las fibras se encolan gracias a un adhesivo de resina sintética.
La densidad de MDF está entorno a los 700 Kg/m3, lo cual lo hace muy fácil de trabajar con herramientas habituales. Lo que más se aprecia de este tipo de tablero son sus caras tan lisas que hacen de él un material idóneo para pintar o lacar. Por último, según el aglutinante que se utilice en la fabricación de estos tableros se puede obtener propiedades que mejoran su comportamiento frente a la humedad y el fuego.
En cuanto a los tableros de alta densidad o compactos fenólicos para unir sus fibras se impregnan resinas fenólicas termoendurecibles y aceites que permiten conseguir un producto fuerte, impermeable y resistente a la abrasión. La densidad delos compactos fenólicos es de unos 1400Kg/m3, se trata de tableros tan duros que para su manipulación, se precisa de herramientas muy especiales.
Ventajas y desventajas de la madera natural frente a la madera artificial
Las ventajas más importantes que podemos destacar de las maderas naturales son, por un lado, que presentan mejor apariencia que las maderas artificiales y, por otro, que se trata de un producto de mayor calidad. En cuanto a las desventajas, es su coste económico. Con la madera natural, no se aprovecha el 100€ del árbol. Al contrario de la madera artificial, en la madera natural no se puede evitar los defectos y tampoco se pueden crear tableros tan planos y lisos.
Otra desventaja de la madera natural, es la dificultad para trabajarla y su tamaño depende de lo grueso que sea el árbol, mientras que los tableros de madera artificial pueden tener cualquier tamaño y grosor al tratarse de un producto elaborado en fábrica. La madera natural puede pudrirse y ser atacada por parásitos, por lo que es imprescindible un mantenimiento mayor en la madera natural que en la artificial, para no perder sección y resistencia.
Las maderas naturales se suelen utilizar para fabricar puertas, ventanas, muebles, instrumentos musicales y ebanistería, debido a su mayor calidad y mejor apariencia. También el uso de tableros de madera natural está mayormente orientado a la construcción (encofrados...).
En cuanto a las maderas artificiales, diferenciamos su eso según se trate de tableros de aglomerado, tableros de contrachapado o tableros de fibras. Los tableros de aglomerados se suelen utilizar entre otras cosas en revestimientos de techos y en paneles aislantes en construcciones prefabricadas. También es muy utilizado como sustituto de tableros de madera maciza en el mobiliario (armarios, cajones, mesas...). Respecto a los tableros de contrachapado, su uso está mayormente orientado a la industria, a la construcción, a la fabricación de muebles, revestimientos, puertas... Dentro del grupo de los tableros de fibra, el DM es el más utilizado y se suele utilizar con la misma finalidad que el aglomerado empleándose como sustituto de la madera maciza, mientras que las aplicaciones más habituales de los tableros fenólicos son en fachadas ventiladas, mobiliario urbano (juegos infantiles, mobiliario de jardín...) cabina de baño, taquillas y mobiliario de oficina.