El deseo de los residentes fue vivir fuera de la ciudad, pero a un paso de ésta. El proyecto lleva esta idea a una residencia de más de 300 m2.
La singular volumetría se refleja en el espejo del agua para ordenar el jardín alrededor de la piscina. Esta piscina, con la zona de barbacoa, hace que el exterior sea usado durante todo el año
El programa solicitado incluyó una planta baja con salón comedor a doble altura, con una escalera escultural para comunicar con los dormitorios en planta primera.